La constancia.
Da igual que hablemos de SEO, SEM, Contenidos, RRSS… Si algo caracteriza a todos los aspectos del marketing digital es que se trata de una labor constante, de día a día. Lo que comúnmente se denomina “picar piedra”. Pero sabemos cómo funciona esto en una empresa convencional: se empieza con muchas ganas e ilusión pero, transcurridas un par de semanas, la rutina va ganando terreno y una labor que nunca fue prioritaria va quedando cada vez más relegada por temas más urgentes. Y la campaña se queda sin revisar, la web sin optimizar, las redes mudas y los contenidos son siempre los mismos.
Y es que el marketing online es un campo que requiere tiempo, dedicación y constancia para lograr los resultados deseados. Si tu empresa no tiene un equipo dedicado enteramente a esta tarea, no conseguirá los objetivos marcados en su plan de marketing.
En continua evolución
SI todos los campos profesionales exigen renovar conocimientos cada cierto tiempo, en el entorno digital esta exigencia es continua. El algoritmo de Google, el formato de las plataformas, el funcionamiento de las RRSS (por no hablar de las nuevas que van apareciendo), los diferentes CRM, los cambios en los paradigmas que afectan al SEO…
Mención especial merece la penúltima revolución tecnológica de la Inteligencia Artificial en pleno proceso de expansión, que está generando la aparición de novedades cada semana en forma de herramientas y plataformas especializadas en distintos campos de la creación digital a nivel de generación de textos, datos, gráficos, ilustraciones, videos e incluso presentaciones, hojas de cálculo y contenido de todo tipo.
En definitiva, si ya es complicado estar al día de todos los cambios que afectan al sector para los propios profesionales del mismo, es una utopía tratar de dedicarle sólo unas horas a la semana y mantener el ritmo.
Visión crítica
Cada empresa, independientemente del tamaño, sector, número de empleados o ubicación, tiene su propia filosofía y una forma específica de trabajar y ver las cosas. Esto tiene muchas connotaciones positivas pero existe una desventaja: la uniformidad a la hora de afrontar los objetivos y problemas a los que pueda enfrentarse y la pérdida de una visión global. Por decirlo en pocas palabras, los árboles no permiten ver el bosque.
En cambio, la perspectiva externa de una agencia o consultora de marketing pueden ayudar tanto a visualizar mejor la estructura global de comunicación y detectar tanto las deficiencias como las oportunidades y las fortalezas de la compañía. Una agencia de marketing puede proporcionar una perspectiva crítica, ofrecer una visión imparcial de la estrategia y aportar recomendaciones y mejoras que no se le ocurrirían a alguien que está dentro de la empresa.
Ahorro
Puede resultar paradójico considerar la contratación de una agencia como una medida de ahorro. Pero eso es sólo si percibimos el marketing online como un gasto en lugar de lo que realmente es: una inversión. Una agencia plantea objetivos realistas, alcanzables y medibles, ya sea a nivel de conversión, tráfico, leads o ventas, de forma que lo invertido no sólo se recupera, sino que sirve para mejorar.
Además, si una empresa destina parte del horario de su personal a labores de marketing digital, ese tiempo que no dedica a sus funciones principales también es dinero. Si añadimos que tanto el conocimiento como la cantidad de horas que pueda dedicar el personal no cualificado a desarrollar labores de marketing online son limitados, es obvio que los resultados no serán nunca los deseados. Teniendo todo esto en cuenta, ya no es tan evidente que no invertir en los servicios de una agencia suponga ahorrar dinero, ¿verdad?
En resumen, contratar una agencia de marketing online es una inversión inteligente para cualquier negocio que quiera mantenerse competitivo en el mercado. Una agencia de marketing puede ofrecer constancia en el trabajo, estar actualizada en las últimas tendencias y proporcionar una perspectiva crítica desde el exterior de la empresa, lo que redunda tanto en el planteamiento de objetivos como en el éxito de su consecución.